Está comprobado que, si no es significativo para el niño, no se aprende. La emoción juega un importante papel en el aprendizaje, desde la neuro-educación validan una y otra vez el aprendizaje basado en el juego.
Sobre todo, en edades de primaria es fundamental que quieran aprender, que quieran acercarse a las letras, que les interese. Muchas veces llegan niños con un rechazo total a lo académico, al aprendizaje; por sus dificultades propias: Dislexia, o retraso madurativo y es fundamental que el juego sea el motor de su aprendizaje, que no les parezca algo impuesto, además de algo que les cuesta mucho esfuerzo y trabajo.
Partiendo siempre desde sus inquietudes, preferencias, gustos, intereses, podemos crear infinidad de situaciones de aprendizaje.
En este caso creamos una “escuela” para los Playmobil, ya que era el juguete preferido de esta alumna.
Les hicimos dictados, de sílabas directas, inversas, mixtas…y ya van por palabras. Con sus notas, porque ya no es uno el que siempre está en evaluación y pierde un poco esa presión de ser evaluado, pasando a ser el que evalúa, aunque sea él mismo el que ejecuta. El juego simbólico es una herramienta fabulosa en el aula.
Alumna de segundo de primaria.



El año pasado y durante todo el curso 21/22 estuvimos creando la “ciudad de las letras”, principalmente para un alumno de primero de primaria que no quería saber nada de las letras, pero sin embargo el tema de la “ciudad” y su gobierno, le atraía muchísimo. Así que nos pusimos manos a la obra y empezamos con un par de calles, a una le pusimos su nombre y otra tenía el mío.
Las calles tenían de todo, lo primero ayuntamiento, ya que J. estaba muy entusiasmado con el tema. También pusimos, cines, peluquería, burguers, banco… Y aproveché para colocar a cada letra del abecedario en una casa. Cada calle estaba señalizada correctamente y los edificios y casas tenían su número correspondiente.
Cada día le ocurría algo a una letra, había un edificio gigante de las vocales, un rascacielos. Sus bomberos y policía, fue creciendo y cada niño/a contribuyó construyendo algún edificio o parque…



La ciudad se llamó Nueva York y tenía sus líneas de autobuses, con sus horarios, estaba prohibido pitar con los coches y nos dio para todo el curso, aprendiendo de la organización y el civismo en una ciudad.
Todos los alumnos participaron en la elaboración.



También hacemos otras actividades, lúdicas y que son del gusto de todos, como hacer Slime, donde además de medir los diferentes productos, es un placer sensorial, cuando sale bien. Nosotros utilizamos cola, tanto blanca, como transparente, purpurina, bicarbonato y líquido de lentillas.






Este es un juego muy divertido y que les gusta mucho, de fabricación casera, que consiste en ir metiendo un vaso dentro de otro según el orden de la ficha que elijamos, hay varios modelos y se pueden incluir más colores lo cual lo hace más difícil. Aquí se trabajan los reflejos, la espera, la inhibición, el autocontrol…sobre todo aprovecho y les digo que es mejor al principio hacerlo despacito y bien que ponerse nerviosos y que se nos caigan los vasos.